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    FUNDAMENTOS PEDAGOGÍA SISTÉMICA

    Estos niños, los hombres del mañana que

    se siguen midiendo y valorando de la

    misma forma en la que aprendieron

    EL SENTIDO DE LA ESCUELA, FILOSOFÍA DEL ORDEN EN LA EDUCACIÓN

    La ciencia nos enseña que hay muchas maneras de mirar al mundo. Lo cierto es que de un tiempo a esta parte, la educación ha evolucionado debido a los cambios culturales que se han producido en la sociedad.

    La nueva situación a la que nos enfrentamos requiere recursos para dar respuestas eficaces a las dificultades que presentan hoy los menores y sus familias. Nosotros elegimos la actitud que deseamos en la vida. Esa actitud nos puede debilitar o todo lo contrario, nos puede fortalecer. De nosotros depende. Los retos estimulan, hacen sentirnos competentes y con ellos existe una posibilidad de cambio en la dirección que decidimos: la integración y el acomodo de las experiencias que da lugar al aprendizaje.

    Nos movemos y actuamos en relaciones dentro de diferentes sistemas, en espacios delimitados funcionalmente y es necesario el conocimiento que nos aporte cierta comprensión que nos permita movernos eficazmente entre ellos.

    Somos seres sociales que interactúan, la condición humana es relacional y el orden forma parte de la realidad. Si reconocemos el poder que tiene la vinculación en el niño con su familia de origen, observaremos que detrás de la mayoría de los conflictos que se muestran en el proceso de aprendizaje conviven dinámicas familiares que, desde la mirada particular del niño, hacen peligrar la integridad de su sistema o su propia vinculación. Estas dinámicas que oculta el niño influyen en su proceso educativo y de socialización.

    De esta forma, incluyendo las motivaciones del niño, los educadores podemos observar más la realidad que se muestra y acercarnos a la solución que se necesita.

    El niño no intenta cambiar a sus padres, eso pertenece a la expectativa del adulto. Los niños las aceptan sus circunstancias y necesitan que sus educadores los acepten también.

    En este sentido nos hacemos confiables para él: cualidad imprescindible para poder educar. La pedagogía sistémica toma ese eje de vinculación-pertenencia para explicar muchos de los comportamientos desadaptativos que manifiestan los alumnos.

    Es importante para nosotros los educadores mostrar a los padres la necesidad de llevar a cabo una coeducación en la que la responsabilidad sea compartida y cada cual podamos ocupar nuestro lugar y con ello nuestras funciones.

    ¿Qué podemos hacer como educadores ante esta realidad? Cuando miramos a nuestros alumnos podemos ver a sus familias con ellos, no para juzgarlas sino como parte de su realidad. Así como sea es con lo que contamos para realizar nuestra tarea con éxito.

    Pero, ¿qué se entiende por éxito educativo? Quizá tendríamos que hacer una reflexión profunda al respecto. ¿Entendemos por éxito unos buenos resultados académicos? O ¿acaso el éxito es conseguir que el alumno con unas circunstancias difíciles aprenda recursos y genere una buena autoestima que le sirva para la vida? Esta respuesta nos corresponde a los educadores pues dependiendo de cuál sea, enfocaremos los objetivos en el aula. Según mi opinión, éste es un tema a plantear necesario, pero no en un foro esperando que cambie la sociedad educativa sino un tema de reflexión personal que es como se generan los verdaderos cambios, en un cambio de actitud personal.

    Si queremos una sociedad de valores, un mundo de respeto y de paz, hay que educar a las siguientes generaciones en el respeto a la integridad humana como algo básico y sólo después los contenidos curriculares. La pedagogía sistémica muestra la dinámica de los sistemas. Este es un aprendizaje que lleva a una persona a vivir con orden, con autoridad interna y que le ubica en la vida. Es el cambio que hemos hecho ya muchos y ya es una realidad.

    Para educar con éxito tenemos que cambiar nuestro punto de referencia, aprender a mirar lo que la realidad nos muestra. De nuestro enraizamiento en la vida depende nuestra proyección al futuro.

    Ordenado el sistema, cada uno resulta único, importante y especial. Con la actitud podemos acceder a cada uno de los espacios que nos ofrece la vida y colaborar en el reto de construir una sociedad más integradora y reconciliadora.